lunes, 20 de septiembre de 2010
REFLEXIÓN...Y UN TE QUIERO
Hoy por fin he descubierto qué significa un “te quiero” por suerte desvelé el secreto de por qué dos palabras tan bellas en ocasiones nos dan tanto miedo. Un te quiero no se entrega a cambio de cualquier cosa, jamás, es más preciado que el oro y hay que saberlo guardar, porque igual que te hace rico, te puede llegar a arruinar.
Te quiero son nuestros padres que lidian por nosotros con empeño, se entregan, luchan con el día a día e intentan que todo sea fácil desde que somos pequeños. Te quiero es el ir creciendo, cuando te sorprende la vida, esa juventud que te asfixia y que damos por sencilla, pretendiendo comernos el mundo y ser en todo los primeros, ahí sin saberlo y no querer aceptarlo por la inexperiencia de la cual son culpables los años, necesitamos te quiero.
Te quiero es la primavera y una triste despedida, las canciones, los poemas, la esencia de nuestra vida. Te quiero son las sonrisas, el cariño por nuestros abuelos, las playas, los montes, los cerros, el mar con reflejos del cielo.
Te quiero es el cosquilleo que sientes cuando te enamoras y cuando te abandonan, que experimentas lo mismo pero sumido en las sombras. Te quiero es la amistad, la gente que hay a tu lado, la alegría, el misterio, el triunfo y el fracaso. La emoción y la suerte, los deseos y la intriga, te quiero hasta en la muerte aunque el alma esté dormida.
Te quiero los llevamos dentro aunque eternos van callados y aquel que sale a la luz siempre es el más anhelado…el que quieren mis oídos…sólo sale de tus labios.
Te quiero hay que conquistarlo y vivir por ello el resto, hay que aprender a escucharlo aunque se diga en silencio. Te quiero son las notas que salen de mi piano, la suavidad, la luz, el vivir siempre a tu lado. Te quiero nace del tiempo, transita por tu sonrisa, traiciona al que le lastima y se enferma con la prisa. El te quiero vive en un gesto y se adhiere a tu cabeza, se alimenta de tu alma y muere por naturaleza. Porque nosotros lo descuidamos y nos supone un mundo decírselo a quién queremos y en más de una ocasión un te quiero hubiera bastado para frenar un infierno. Te quiero son los momentos que agotamos en la vida, las historias que narramos, las leyendas que nos cuentan y las que das por vencidas.
Una vez perdí un amigo al que no le regalé un te quiero, cuando se fue con la muerte mis lloros daban por hecho que algo había fallado y es que se le llevó la vida pensando que no existía nadie que apreciara su trabajo, que estuviera de su lado. Por eso yo me reafirmo de que un te quiero es la vida y que son INTENSOS MOMENTOS que han quedado reducidos a dos palabras bonitas. Y no cuesta nada decirlas, aunque haya que administrarlas porque es evidente también que nunca las debes dar a quién no sabe apreciarlas.
Decir te quiero es necesario, decir te quiero es vital, recibir un te quiero a tiempo, es algo trascendental, decir te quiero es impulsivo, decir te quiero es apasionado, recibir un te quiero violenta, pero nunca has de negarlo.
Decir te quiero es admirable, decir te quiero es bonito y no sé tú, que lees esto…pero yo, lo necesito…
A VECES CON DOS PALABRAS SOBRAN LARGAS CONVERSACIONES, A VECES LO DICE EL SILENCIO Y SOBRAN HASTA LAS PALABRAS, A VECES DEBERÍAMOS ESCUCHAR EL SILENCIO PORQUE DE ESE SILENCIO NACEN LOS MENSAJES MÁS BELLOS, LOS QUE ESCONDEN LO QUE NO DECIMOS….DONDE DUERMEN LOS TE QUIERO…
(TE QUIERO ES LA VIDA…Y CUENTA CON QUE EN SILENCIO, HABRÁ UNO DETRÁS, CADA VEZ QUE TÚ SONRÍAS)
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