No sé si dejarme gobernar por lo convencional
y decir que había intención de regalarlo,
si lo cordial de lo ya confesado
me permite escribir de ello de una forma correcta
o simplemente hablar desde él,
ni siquiera tampoco eso sé.
No sé si esta vez me sorprendió indefensa
o con ganas de sacarle del encierro
si es que soy una irresponsable con el motor de mi vida
y tenía pensado acudir a su entierro.
Sólo tengo uno
y una gran obsesión por estrellarlo.
Este copiloto suicida
que late para darme vida
dejará de consentirme y ese día,
empezaremos a cuidarnos...
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2 comentarios:
Qué alegría! volver a leerte...ya está bien las vacaciones que te has tomado...genial Soni, como siempre.
Sencillamente genial.como siempre TÚ,...
Duro pero dice mucho... Me siento pequeña opinando aqui asique simplemente decirte que me alegro un montón que vuelvas a plasmar lo que escribes y nos vuelvas a dejar ser partícipes.muuak!!
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